Total ¿para qué sirven las abejas?
Un amigo de FUNDAVIDA, Philipp Mimkes, portavoz de la Coalición contra los peligros de Bayer, con sede en Alemania, nos envía información sobre dos productos de BAYER que están matando las abejas en todo el planeta: el Poncho y el Gaucho, ampliamente conocidos y usados en nuestro país.
Por Fundavida
“El trastorno del colapso de colonias” (CCD) tal como se conoce la enfermedad que provocan estos productos, continuará en nuestra región, a pesar que en Alemania, Italia, Francia y Eslovenia han dejado el uso de Gaucho y Poncho en el tratamiento de las semillas de maíz, su aplicación más importante, incluso EE.UU., los ha restringido dado que un tercio de la población de abejas ha muerto desde 2006.
Mimkes reveló que el IMIDACLOPRID (Gaucho) y la CLOTIANIDINA (Poncho) siguen siendo los pesticidas de Bayer mas vendidos, a pesar de que esta clase de productos, conocidos como NEONICOTINOIDES, está fuertemente ligada al CCD.
Las abejas de miel polinizan más de 70 sobre un total de 100 cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos del mundo, polinizan la mayoría de las frutas y verduras, incluyendo manzanas, naranjas, fresas, cebollas y zanahorias. La disminución de la población de abejas por lo tanto tiene efectos graves para la seguridad alimentaria y de subsistencia de los agricultores.
El CCD provocó la drástica disminución de las poblaciones de abejas en todo el mundo, que comenzó a mediados de la década de 1990. En 1994, las poblaciones de abejas comenzaron a morir en Francia, y más tarde en Italia, España, Suiza, Alemania, Austria, Polonia, Inglaterra, Eslovenia, Grecia, Bélgica, Canadá, EE.UU., Brasil, Japón y la India. Son una clase de pesticidas que están químicamente relacionados con la nicotina. Que son absorbidos por el sistema vascular de la planta y se libera a través de las gotas de polen, néctar y agua que las abejas liban después de forraje y la bebida.
Tienen efectos acumulativos, subletales sobre las abejas y otros insectos polinizadores. Estos efectos incluyen trastornos del sistema neurológico e inmunológico que se corresponden con los síntomas de la CCD.
En 1999, Francia prohibió el Imidacloprid como tratamiento de las semillas de girasol, después de que un tercio de las abejas francesas murió después de su uso generalizado. Cinco años más tarde, también fue prohibido en el tratamiento de maíz.
Un estudio reciente de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) describió los pesticidas de Bayer Imidacloprid y Clotianidina como un riesgo para numerosos animales, no sólo los polinizadores, que se exponen en forma crónica a estos tóxicos, tales como gatos, peces, ratas, conejos, pájaros y lombrices de tierra. “Los estudios de laboratorio han demostrado que estos productos químicos pueden causar la pérdida de sentido de dirección, afectar la memoria y el metabolismo cerebral, y mortalidad por cualquier causa”, dijo el informe del PNUMA.
Debido a su alto nivel de persistencia, los neonicotinoides pueden permanecer en el suelo durante varios años. Por lo tanto, incluso los cultivos sin tratar, sembradas en campos donde los pesticidas fueron utilizados anteriormente, puede llevar las toxinas del suelo a través de sus raíces.
Asociaciones ecologistas en todo el mundo han reunido 1,2 millones de firmas para exigir que la clotianidina se retire del mercado porque esta en riesgo, nada menos, que el futuro alimentario de la humanidad.
Por otra parte, muchos apicultores consideran al GLIFOSATO, en los países donde está permitido su empleo, y a los cultivos transgénicos como los causantes del colapso de sus colonias, y si las abejas mueren, nosotros también.
"Si las abejas desaparecieran de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres" (Albert Einstein)