Transgénicos: una muerte silenciosa

10.05.2012 20:23

 

Transgénicos: una muerte silenciosa

Por Cynthia Cisneros Fajardo

Fuente: www.alainet.org

PARTE I

Monsanto y los Transgénicos

Los Organismos Genéticamente Modificados (GMO) comúnmente conocidos como transgénicos han generado una serie de controversias a nivel mundial, por las consecuencias nocivas de su utilización. Monsanto una empresa multinacional norteamericana es una de la pioneras en la investigación científica y la posterior comercialización de los productos derivados de la ingeniería genética, esta compañía provee cerca del 90% de tecnología para la modificación genética de semillas utilizada en el mercado mundial.

Uno de sus productos más conocidos por su alto nivel no solo de ventas sino también por las nocivas consecuencias que trajo consigo es el herbicida “Roundup” un glifosato tóxico para la salud. Y que sin embargo ha sido comercializado producto de las estrategias de negocios y los acuerdos intergubernamentales que otorgaron licencia para su consumo, razón por la cual Monsanto actualmente está bajo investigación por el Departamento de Justicia desde el año 2009 en los Estados Unidos.

¿Pero qué es Monsanto y porque tiene tanto poder como para vender un producto que ha generado tanta controversia entre los consumidores por sus efectos nocivos?, ¿Por qué no se ventila a la opinión pública los resultados de experimentos que muestran las consecuencias del consumo de los transgénicos y por último cómo funciona a escala global el capital de estas multinacionales que hacen de la salud un mercado dispuesto al mejor postor, sin importar credo ni raza? A continuación intentamos mostrar un resumen de los estudios realizados sobre esta compañía por distintas fuentes y el uso de los transgénicos, para contribuir a un debate que consideramos urgente y necesario.

Historia de Monsanto

Esta empresa fue fundada el año 1901 por un industrial farmacéutico quien comenzó produciendo un endulzante de sacarina para la Coca Cola Company. A partir de 1940 expande su industria química hacia la producción de plásticos y fibras sintéticas, y posteriormente sus productos principales incluyen la fabricación de herbicidas 2,4,5-T DDT[1], PCB’s[2] y el famoso Agente Naranja un potente químico que causó entre la población vietnamita unos 400.000 muertos y unos 500.000 nacimientos de niños con malformaciones, además de las bajas en el propio ejército estadounidense[3]. Además del endulzante artificial hecho de aspartame (Nutra Sweet)[4] que generó mucha polémica sobre el uso de edulcorantes. Monsanto fue también productor de la hormona sintética somatotropina bovina (o rGHB recombinante)[5]. Existen estudios científicos que prueban que la hormona provoca cambios significativos en la biología de las vacas (mastitis, esterilidad, y un aumento de la hormona del crecimiento y de otras hormonas en la leche producida) lo que ha generado una polémica a nivel mundial por sus efectos nocivos. Durante esta década, Monsanto también estuvo vinculada al proyecto Dayton[6], y después de 1947 formó parte del Atomic Energy Comission[7]

Monsanto y la Política: La telaraña imperial o el Revolving Door

Las redes de corrupción de la compañía parecen un laberinto interminable no solo por el efecto Revolving Doors al que hace alusión la periodista Marie-Monique Robin[8] en su investigación donde evidencia las redes de corrupción dentro del gobierno de los EEUU[9] y la multinacional, sino porque también muchos de los ex empleados de Monsanto en la actualidad ocupan cargos decisivos en organismos del gobierno de los EE.UU., tales como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) una oficina del gobierno de EEUU que se encarga de regular las políticas de alimentos y medicamentos que pueden ser comercializados en el país por no atentar contra la salud de la población.

Entre los funcionarios de Monsanto que trabajaron también para la Agencia Estadounidense de Protección Ambiental (EPA) y más aún para la Corte Suprema. Destacan, ClarenceThomas[10], Michael R. Taylor[11] quien en agosto del 2009 ha sido nombrado para la FDA por el presidente Barack Obama. Linda Fisher[12], MichaelFriedman[13] entre otros.

De acuerdo a un documento anónimo del año 2001, obtenido por el Centro para la Integridad Pública, Monsanto ha sido identificado por la Agencia de Protección del Medio Ambiente como “parte potencialmente responsable” de 56 sitios contaminados.

En los Estados Unidos. La compañía ha sido demandada por dañar a la salud de los empleados o los residentes cercanos a dichas zonas a través de la contaminación y el envenenamiento. Paradójicamente el 2004, la Wildlife Habitat Councily los EE.UU. a través de la Agencia Nacional de Protección Ambiental entregaron un certificado especial de reconocimiento a la empresa Monsanto durante el 16º Simposio Anual del Centro del Patrimonio Mundial.

Phil Angell, director de Monsanto de las comunicaciones corporativas (en referencia a los EE.UU. Food and Drug Administration) explica la filosofía reguladora de la compañía en 1998: "Monsanto no debería tener que conceder la seguridad de los alimentos biotecnológicos. Nuestro interés es vender tanto como nos sea posible. Garantizar la seguridad es el trabajo de la FDA”.

PARTE II

Monsanto Siglo XXI: Uso de los transgénicos y sus consecuencias

Los científicos de Monsanto fueron los primeros en desarrollar la modificación genética de una célula vegetal en 1982, cinco años después Monsanto llevó a cabo las primeras pruebas de campo sobre ingeniería genética en los cultivos. Entre 1997 y el 2002, Monsanto hizo una transición importante de la química a la biotecnología.

Gran parte de esos productos biotecnológicos son productos químicos agrícolas, como el "Round Up"[14] un tipo de herbicida altamente tóxico, capaz de eliminar toda la hierba que pudiera crecer alrededor de los transgénicos incrementando los niveles de producción asegurando el crecimiento aparentemente vigoroso y resistente de la planta [15]; sin embargo un estudio publicado en la Revista Internacional de Ciencias Biológicas, analizó los transgénicos obtenidos de Monsanto. El estudio concluye que estos inducen a un estado de toxicidad hepato-renal. La presencia de los nuevos pesticidas con los genes insertados fueron los responsables[16].

En junio de 2007, Monsanto adquirió Delta & Pine Land Company, una empresa que patentó una tecnología de semillas llamadas Terminator. Esta tecnología, produce plantas con semillas estériles para que no crezca flor o fruta después de la plantación inicial, esto evita la propagación de las semillas en la naturaleza. El negocio es exitoso en tanto requiere que los clientes vuelvan a comprar de las semillas para cada siembra en la que se utilizan las diferentes variedades de estas semillas especulando el costo. En los últimos años, la amplia oposición de organizaciones ecologistas y asociaciones de agricultores ha crecido, principalmente por la preocupación que las semillas terminator podrían aumentar la dependencia de los agricultores sobre los proveedores de semillas; A pesar de las prohibiciones sobre la comercialización de las semillas Terminator esta continuó [17].

Otro de los productos que ha generado gran controversia en la opinión pública es el de la leche orgánica que se desató luego que se descubriera que Monsanto se negaba a etiquetar su producto genéticamente modificado. En marzo del 2008, de acuerdo con The New York Times la marca de Monsanto de rBST [18], Posilac, fue defendida por un grupo de apoyo llamado pro-rBST AFACT, formado por grandes conglomerados de negocios lácteos y estrechamente asociada con la propia Monsanto. Este grupo ha participado en los esfuerzos de difusión y propaganda a gran escala involucrando el nivel estatal para evitar que la leche rBST-free sea etiquetada como tal [19]. Al respecto es importante mencionar el caso de la compañía FOX News [20].

La principal justificación de AFACT es que la rBST había sido aprobada por la Food and Drug Administration (FDA), los productores de leche reclamaban su derecho a utilizar tecnología que maximice sus beneficios, pero la demanda de los consumidores fue mayor, el caso derivó en una mayor regulación a nivel estatal para prohibir la comercialización de leche rBST – free.

En octubre del 2008, Monsanto vendió su negocio de POSILAC y rBST/rBGH bovino somatotropine, en su totalidad, a Eli Lilly por un precio de $ 300 millones, más otras consideraciones.

En enero de 2010, Monsanto fue nombrada empresa del año por la revista Forbes.

El lado oscuro del capital: la demanda

Los juicios que envuelven a Monsanto han involucrado una serie de demandas colectivas, donde las multas y daños y perjuicios se han topado con cientos de millones de dólares, por lo general por cuestiones de salud relacionadas con sus productos; sin embargo, Monsanto también ha hecho uso frecuente de los tribunales para defender sus patentes en biotecnología [21].

La impunidad con que ha actuado Monsanto dentro [22] y fuera de sus fronteras ha generado rechazo a nivel mundial, China [23], India, Indonesia [24], la Unión Europea, han iniciado juicios contra la multinacional. América Latina es una víctima más con mordaza frente al ingreso de estos transgénicos.

En el caso de India miles de agricultores se suicidaron producto de las medidas de coerción que empleaba la compañía sobre la venta de semillas de algodón genéticamente modificadas. Algunas de las luchas que enfrentan los agricultores hindúes se detallan en el artículo "Las semillas del suicidio: Los agricultores desesperados de la India". Los agricultores han utilizado las semillas genéticamente modificadas promovidas por Cargill y Monsanto a la espera de mayores rendimientos en la producción; no obstante, las deudas resultantes de los cultivos con semillas genéticamente modificadas han llevado a los agricultores a la servidumbre [25]. Según los datos estadísticos cada treinta minutos un agricultor indio se suicida y en los últimos dieciséis años, más de un cuarto de millón de campesinos han muerto [26].

En respuesta a las preocupaciones vertidas sobre sus productos Monsanto ha afirmado que los críticos están "mal informados", y agregó que pretenden vincular el algodón Bt al suicidio masivo de los agricultores como parte de una "campaña de desprestigio visceral." La compañía asegura estos suicidios se deben por el contrario a factores tales como el alcoholismo y las "obligaciones de dotación para el matrimonio de las hijas."

Monsanto concluye que "el suicidio de los agricultores tiene numerosas causas, el endeudamiento es uno de los principales factores", y agregó que el empleo de plaguicidas puede ser la clave para revertir las estadísticas trágicas."

Bajo ese contexto las demandas contra Monsanto parecen ser interminables, en el caso de la Unión Europea, uno de los juicios que enfrentó la compañía está relacionado con el vertido de desechos en UK por parte de la compañía entre 1965 y 1972 y el pago de la compañía a unos contratistas por la descarga ilegal de miles de toneladas de residuos altamente tóxicos en los vertederos del Reino Unido, a sabiendas que dichas sustancias podían contaminar la vida silvestre y a las personas. La Agencia de Medio Ambiente señaló que los productos químicos se encontraron en la contaminación de las aguas subterráneas y la atmósfera, 30 años después que estos desechos fueron vertidos [27]

Por otro lado, el 26 de Enero de 2007 Monsanto fue multado en Francia por falsa advertencia con 19.000 dólares por una corte francesa, el delito consistió en engañar al público sobre el impacto ambiental de su herbicida Round Up. El ex presidente de Monsanto en Francia fue encontrado culpable de publicidad engañosa para la presentación de Round Up como biodegradables y afirmando que dejó el suelo limpio después de cada uso [28].

Como resultado de estas y otras agresiones la Multinacional ha enfrentado una fuerte resistencia de la Unión Europea en ingreso de los alimentos modificados genéticamente, La Legislación Europea del 2003, ha impuesto reglas estrictas para las evaluaciones de etiquetado y la información sobre el riesgo de los alimentos modificados genéticamente por todas las empresas de biotecnología.

PARTE III

Monsanto en América Latina: La voz de los ninguneados…

La historia del gigante Monsanto a nivel mundial con respecto a los efectos negativos de sus productos no difiere mucho en nuestra América Latina, por ejemplo, con respecto a la soya transgénica cultivada en Argentina. La multinacional afirma que uno de sus mayores éxitos ha sido la modificación genética de la soya (soya Round Up Ready) estos cultivos crecen y se venden en Argentina, Sudáfrica, y en los EE.UU. Se asegura que su uso es cada vez mayor, siendo que la producción de soya aumentó en un 75% y el aumento de los rendimientos es en un 173% en solo cinco años, según apuntan los datos hasta el año 2002, lo que ha permitido una mayor rentabilidad para los agricultores.

No obstante es otra la realidad para quienes han sido expulsados de sus tierras y han sido obligados a migrar a la periferia urbana de las ciudades en virtud a que no pueden competir con los precios de las semillas de esta multinacional, a la que se encuentran atados en condición de servidumbre infrahumana intoxicados y envenenados por el pesticida [29].

La concentración de la propiedad de la tierra, se aceleró aun más con la aparición de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM). "Mientras que el volumen de producción de soja aumenta, tenemos cada vez menos unidades productivas. La soya excluye a los pequeños y medianos productores", afirmó Alfredo Bel, ingeniero agrónomo de la Federación Agraria Argentina (FAA). En 1988 existían en el país 422.000 productores, mientras que en 2002 había sólo 318.000, lo que representa una reducción del 25%.

Monsanto argumentó que la degradación del suelo y mayor uso de plaguicidas no se debió a la utilización de la soya transgénica, sino a “una mala capacitación y mala rotación de los suelos”. No obstante el daño a la tierra ha derivado en extensas áreas de suelos erosionados [30].

En contraste según investigaciones realizadas en Argentina la falta de rotación de los cultivos -que obliga a usar el mismo herbicida año tras año- sumada a un aumento regular del volumen aplicado, tiene una consecuencia inevitable: las malas hierbas se tornan resistentes al herbicida[31] y allí comienza el círculo vicioso. Pues, para combatir la capacidad de adaptación de la naturaleza, hay que seguir aumentando las dosis de herbicida, hasta que Monsanto u otra compañía lancen otro producto más potente y probablemente más peligroso.

Por su parte, México ha prohibido los organismos genéticamente modificados OMG. Y está tratando de limitar la contaminación y el cruce de otras variedades vegetales con maíz transgénico para la alimentación, subsidiado e importado por EE.UU. a través del Acuerdo de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN). Hasta el momento varias campañas de información para identificar las semillas transgénicas y erradicarlas de ciudades cercanas a la zona fronteriza con EEUU han sido organizadas por algunas instituciones sin fines de lucro [32].

Paraguay en cambio se vio obligado a aceptar los cultivos transgénicos, ya que estaba siendo anónimamente importadas y cultivadas en masa, por lo mismo el impacto negativo que tendría en la economía no permitir su exportación fue el aliciente para que el gobierno acatara la medida. No obstante el daño ocasionado a los agricultores que trabajan en estos cultivos es irreversible, los niños mujeres ancianos, sin discriminación están comenzando a sentir los efectos de esta muerte silenciosa que daña el organismo y degenera la piel por la exposición a estos herbicidas. En todos los casos la variación genética se ha reducido como consecuencia del monocultivo y la propiedad se ha concentrado cada vez más[33].

En Perú y en Colombia la situación no difiere mucho, el 2008 en Lima fueron presentados casos de malformación en los niños debido a la utilización de productos químicos en el monocultivo de plátano y soya, caña de azúcar y palmeras.

En Colombia la deforestación en las plantaciones del Chocó es dramática, producto de ingentes cantidades de productos químicos como fertilizantes y plaguicidas utilizados en la zona [34].

Monsanto en Bolivia

El uso de los transgénicos en Bolivia se ha desarrollado en mayor escala con la soya que se cultiva en el oriente del país. Actualmente existen 48 variedades de soya transgénica en el país, cinco de ellas recientemente introducidas, el 85% de los cultivos de soya es transgénico lo que incluye el uso de herbicidas [35], el 15% restante es soya convencional. Nuestro país produce entre 1,5 millones a 1,7 millones de toneladas de soya transgénica [36].

Ahora bien a partir de este año la carne de soya forma parte del subsidio de lactancia según la Resolución Ministerial 0527 emitida por el Ministerio de Salud y Deportes. Esta determinación no sería preocupante si la soya no fuera transgénica [37]. Según algunos datos recogidos los funcionarios del Ministerio de Salud negaron que la soya formara parte del subsidio de lactancia, pero la Resolución Ministerial confirma que este producto ha sido incluido en la distribución a nivel nacional [38].

A solo unos días de ser promulgada la Ley de Revolución Productiva Comunitaria, quedan aún muchas interrogantes sobre el uso de los transgénicos y el proyecto de Ley que se promulgará el Domingo 26 de Junio, al respecto cabe preguntarse, si el ejecutivo ha considerado la preocupación de la ciudadanía sobre el contenido de la Ley en lo que se refiere a la prohibición del ingreso, producción, importación, comercialización y consumo de todos los transgénicos así como los paquetes tecnológicos vinculados a ellos, de los que forman parte los agrotóxicos, debido a que esta situación señalan algunos[39], muestra incoherencia con el artículo 255 inciso 8 de la Constitución, la Ley 3525 y fundamentalmente con los Derechos de la Madre Tierra y el Vivir Bien.

Por su parte el dirigente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu (Conamaq), Rafael Quispe, lamentó que el gobierno por un lado hable de defensa de la Pachamama, la madre tierra y por otro lado legalice el uso de los transgénicos, señaló que "Nosotros vemos con mucha preocupación este tema, que los asambleístas hayan decidido incorporar los transgénicos…” El Conamaq –dijo Quispe- aprobó una resolución pidiendo al presidente Morales no promulgue la ley de Revolución Productiva, y de no hacerlo advirtió que iniciarán medidas de presión hasta que la ley quede vetada.

La Ley que normará el proceso de producción agropecuaria para consolidar la soberanía alimentaria y establecer las bases institucionales, políticas, técnicas y financieras para producir, transformar y comercializar productos alimenticios nacionales, creará también empresas estatales como la fábrica de fertilizantes, el banco de provisión y producción de semillas, la empresa de apoyo a la comercialización comunitaria, la empresa de mecanización del agro y la tecnificación como señala el matutino El Cambio del 22 de Junio.

En ese sentido queremos destacar el daño a la salud que el uso de los transgénicos ha ocasionado a través de malformaciones en las criaturas, generación de células cancerígenas en el organismo, degeneración de la piel, daños al sistema endocrino irreversibles, contaminación y envenenamiento que han dado como resultado una serie de demandas a nivel mundial que Monsanto compañía que los produce enfrenta actualmente por la elevada toxicidad de sus productos [40].

Nos parece necesario reflexionar esta información y exigir a nuestros gobiernos ser transparentes en sus políticas públicas para cualquier Ley que contemple el ingreso y comercialización de productos transgénicos a nuestro país.

El cambio no es solo de un gobierno es de quienes también creemos en la construcción de un mundo mejor para nuestra Latinoamérica unida, para nuestros hijos.